La otra historia del cine: mujeres cineastas invisibles

La otra historia del cine: mujeres cineastas invisibles

En España las mujeres han tenido muy complicado poder filmar películas a lo largo de la historia, dar rienda suelta a su talento y desarrollarse como profesionales del séptimo arte. Las mieles del celuloide les estaban totalmente vetadas, simple y llanamente por el hecho de nacer mujeres en una época equivocada, mientras algunas de sus colegas francesas o estadounidenses ya trabajaban ampliamente en el cine. Son generaciones y generaciones de mujeres españolas las que se han encontrado con las puertas cerradas. Pero, a pesar de todas las barreras, algunas consiguieron dejar su impronta.

A nivel internacional, entre los muchos afamados hombres cineastas que han recogido los libros de historia, han llegado tímidamente hasta nuestros tímpanos y retinas nombres de cineastas mujeres como los de Musidora, pionera en realizar falsos documentales, Lois Weber, cineasta estadounidense con una prolífica creación, o Germaine Dulac que rodó “La Coquille et le clergyman” (1928), considerada la primera película surrealista, según sabemos hasta la fecha, anterior a “Un perro andaluz” (1929) de sus colegas masculinos Buñuel y Dalí.

Pero en este listado no solamente hay creadoras extranjeras, también encontramos nombres de españolas como el de Leocadia Cantalapiedra de la que se están rescatando piezas de sus obras rodadas durante el periodo de entreguerras (1918-1939) en el proyecto “La Espiral Maravillosa” de Isabel Medarde que pronto verá la luz (proyecto financiado a través de la Beca Villalar de Creación Artística Contemporánea de Castilla y León).

¿Te suenan estos nombres de mujeres artistas? No te extrañes si nunca los has escuchado, la historia, o más bien, quiénes se han encargado de escribirla, les han negado su merecido espacio en los libros de texto, y con ello, han evitado hábilmente que ocupen un lugar de referencia en el imaginario de muchas generaciones que, de conocer su ejemplo, podrían haber seguido sus pasos.

Sin embargo, hay motivos para la esperanza ya que, poco a poco, están siendo rescatados del olvido nombres de mujeres que ocuparon lugares relevantes en la historia en los diferentes ámbitos del conocimiento. En el cine también está sucediendo. Se están desempolvando y sacando del último rincón del desván los trabajos e historias de creadoras que también han aportado, de forma excelente, su mirada al cine de nuestro pasado.

 

Leocadia Cantalapiedra como símbolo de las cineastas olvidadas

Ya en nuestros días, como adelantábamos, otra cineasta, en este caso la leonesa Isabel Medarde, se ha propuesto sacar del ostracismo a esa “otra mitad” de la historia del cine con el ensayo fílmico “La Espiral Maravillosa” que, en breve, finalizará después de más de un intenso año de trabajo. Este proyecto ha sido rodado con la cámara AxiomBeta, la primera cámara de cine abierto de la historia.

Isabel Medarde es cineasta y profesora de cine. Desde su época de estudiante en la escuela de cine sintió interés por aquellas mujeres que como ella, se habían decantado por el lenguaje audiovisual pero en épocas anteriores a la suya, cuando el papel del género femenino se circunscribía casi exclusivamente al de esposa y madre. “Cuando comencé a dar clases de cine quise transmitir a mis alumnas y alumnos la historia del cine desde una perspectiva propia y meditada, más allá del discurso puramente académico que yo había recibido durante mis años de estudiante de cine. Al preparar los apuntes para impartir mis clases, me di cuenta que entre los directores más conocidos que iba a mostrar al alumnado, no había ni una sola mujer. Esto no podía ser, así que empecé a tirar del hilo”, nos explica Medarde.

Y tirando y tirando del hilo empezaron a emerger nombres de mujeres cineastas escondidas entre los renglones de la historia del cine y de otras artes y ámbitos de la cultura. A través de la figura de Leocadia Cantalapiedra, cineasta española de la época de las vanguardias, Isabel Medarde ha recogido múltiples historias de otras creadoras patrias también silenciadas por la historia, entre ellas, Concha Méndez, las hermanas Margarita y Consuelo Gil Roësset, Zenobia Camprubí o Rosa Chacel, entre muchas otras. Si quieres saber más sobre algunas de las mujeres artistas silenciadas en España puedes leer nuestro artículo sobre Las Sinsombrero.

“En el ensayo fílmico ‘La Espiral Maravillosa’, Leocadia Cantalapiedra actúa como símbolo, representa y engloba las historias de muchas otras mujeres creadoras y vanguardistas, cuyas historias y obras no nos han llegado”, afirma Medarde. Leocadia y sus alter egos, Leo, Nico y Zoe, son los personajes reales que nos permitirán realizar este recorrido imprescindible por la otra historia del cine. Debido al intenso trabajo que ha supuesto estudiar la vida, obra y contextos históricos de estas mujeres artistas, el ensayo fílmico ‘La Espiral Maravillosa’ dará como fruto un largometraje en el que se abordará la figura de Leocadia Cantalapiedra y otras artistas femeninas de la época. “En estos momentos me encuentro editando el largometraje y estoy muy satisfecha con los resultados que estamos obteniendo”.

 

Fotograma de "La Ranura" (película de Leocadia Cantalapiedra)
Fotograma de “La Ranura” (película de Leocadia Cantalapiedra)

Sin espejos en los que mirarnos

Este proyecto, como decíamos, va mucho más allá de la figura de Leocadia Cantalapiedra y del resto de creadoras de la historia del arte y la cultura. ‘La Espiral Maravillosa’, como trabajo de investigación que es, plantea la siguiente hipótesis: El mundo en el que vivimos, la sociedad, nuestro entorno, actúa como un espejo en el que mirarnos y nos ofrece un reflejo. Por tanto, la ausencia de visibilidad de las mujeres en el mundo artístico hace que las mujeres no nos hayamos podido ver reflejadas en esos espejos sociales.

“Si no conozco mujeres referentes en el mundo del cine o en otras disciplinas artísticas, no nace en mí esa posibilidad. Si pienso que el cine lo hacen los hombres, los libros son escritos por hombres y los cuadros los pintan los hombres, como mujer, puedo no sentirme validada para ejercer esos roles; puedo pensar que es algo que no me corresponde”, añade la cineasta.

Y los datos así lo demuestran. Según el Informe CIMA 2017 sobre “La representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico español” elaborado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, en España, las mujeres representan un 24% del sector frente a un 76% de hombres. Además, las mujeres continúan infrarrepresentadas en los cargos de mayor responsabilidad. Los grupos de liderazgo, que toman las principales decisiones sobre los productos fílmicos, cuentan con una presencia masculina del 80% (principalmente en Dirección, Guion, Producción y Efectos Visuales) y femenina del 20% (principalmente, en puestos feminizados como el Diseño de Vestuario o Maquillaje y Peluquería).

Si pienso que el cine lo hacen los hombres, los libros son escritos por hombres y los cuadros los pintan los hombres, como mujer, puedo no sentirme validada para ejercer esos roles; puedo pensar que es algo que no me corresponde (I. Medarde)

Medarde nota ya esta diferenciación entre géneros en las propias aulas. “Mis alumnas son muy creativas, pero aún cuesta que se pongan detrás de la cámara. Queda mucho camino por recorrer. Por este motivo, es imprescindible visibilizar a todas las mujeres que han formado parte de la historia de la cultura para que las actuales y próximas generaciones dispongan de estos referentes. Para conseguir una igualdad real, hay que situar a las mujeres en el lugar de la historia que les corresponde”.

¿La historia que nos han contado es real o está maquillada al antojo de quien la ha escrito? ¿La falta de referentes femeninos en diferentes ámbitos influye en la baja representación de las mujeres en muchos sectores, aún en nuestros días? Estas y otras preguntas se plantearán de forma implícita en “La Espiral Maravillosa” de Isabel Medarde que esperamos tenga una amplia visibilidad para que pueda ejercer de espejo y conseguir que hombres y mujeres puedan tener otra perspectiva. Deseamos que “La Espiral Maravillosa” sirva de espejo para las nuevas generaciones.

 

Fotograma de "La Espiral Maravillosa" (Isabel Medarde). Leo rodando en la residencia de señoritas.
Fotograma de “La Espiral Maravillosa” (Isabel Medarde). Leo rodando en la residencia de señoritas.

 

 

Imagen de portada: Isabel Medarde recreando la figura de Leocadia Cantalapiedra.

4 Responses
  1. Tengo el honor de trabajar con Isabel Medarde, siempre me sorprende su imaginación desbordante pero práctica, y lo que más admiro de su modo de dirigir y de producir, es su carácter tremendamente positivo. Si le gusta algo, alaba a quien lo haya hecho, y si algo no le parece bien, sugiere cambios sin el más mínimo menosprecio, de un modo colaborativo, lo que no siempre ocurre en el mundo del cine…

    1. Muchas gracias por tu comentario Pablo. Ha sido un placer poder conocer un poco más a Medarde y sus proyectos que seguiremos de cerca. Un abrazo.

  2. Como primero, daros las gracias por este blog estupendo! Tengo un programa de radio en Paíse Vasco (EITB Radio Vitoria), y suelo tirarme raaato buscando temas. Y hoy me he topado con ustedes. Es de agradecer encontrarse con este espacio tratado con tanto cuidado. Hoy lo recomendaré en mi programa. Un saludo y a seguir para adelante!

    1. Muchísimas gracias Patricia. Es un honor contar con lectoras como tú en nuestra revista y nos alegra mucho que te gusten los contenidos. Seguiremos trabajando para que así siga siendo 🙂 Ezkerrik asko

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